NUESTRO COMPROMISO

EL ARÁNDANO ARGENTINO, UN CULTIVO RESPONSABLE

Argentina, reconocida como líder en responsabilidad social, ha consolidado leyes que resguardan a los trabajadores en el contexto de una competencia global creciente. Desde 2015, el país se comprometió con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la ONU, priorizando el trabajo decente y la erradicación del trabajo infantil.

En sintonía con estos estándares internacionales, desde el Comité Argentino de Arándanos (ABC) nos esforzamos diariamente para posicionar nuestra producción como un referente en los modelos productivos de negocios sostenibles, reconocidos a nivel local, nacional e internacional. Adoptamos un enfoque de triple impacto: ambiental, social y económico.

Participamos activamente en el Proyecto PAR (Producción Agrícola Responsable) junto a la ONG especialista Desarrollo y Autogestión (DYA) desde hace años, desarrollando un Sistema de Cumplimiento Social (SCS) específico para nuestro sector. Este sistema se ha convertido, desde 2019, en una política social pionera a nivel sectorial, reflejando nuestro compromiso y contribuyendo al bienestar de toda la cadena de valor. Este enfoque nos proporciona oportunidades continuas de aprendizaje, mejora continua y la captación de valor agregado.

Además, como miembros de la Red de Empresas contra el Trabajo Infantil, nos alineamos con el Plan Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección del Trabajo Adolescente.

Con tres pilares fundamentales: sabor excepcional, producción orgánica y prácticas laborales responsables, ABC respalda su compromiso con certificaciones de buenas prácticas agrícolas y sociales desde sus inicios en las tres zonas productivas del país: Buenos Aires, Noroeste argentino (NOA) y Noreste argentino (NEA).

INVERSIÓN EN EDUCACIÓN PARA UN FUTURO SOSTENIBLE

Nuestro principal activo es nuestra gente.

La producción de arándanos se caracteriza por ser una economía regional de mano de obra intensiva y con alta participación femenina en momentos clave como la cosecha.

En los últimos años, nuestra política social estuvo enfocada en esa realidad y logramos inaugurar cinco Centros de Cuidado Infantil (CCI) y dos Punto Joven (PJ), espacios de asistencia educativa con conectividad a internet para adolescentes, entre otras acciones.

Gestión Asociada donde Todos Ganan

Abordamos el complejo problema del trabajo infantil con un enfoque colaborativo entre el sector privado, el Estado (en todos sus niveles: nacional, provincial y comunal), Sindicato y ONGs, proponiendo un modelo donde todos contribuyen y se benefician. Hemos forjado alianzas con diversos actores de la cadena de valor, como productores, contratistas, transportistas, RENATRE, UATRE, ministerios y secretarías nacionales, provinciales y municipales, promoviendo siempre el consenso en estrategias colectivas.

CREER PARA CREAR”

Tenemos como saldo el entendimiento de que este enfoque social beneficia al sector productivo, la comunidad y al Estado. Es un proceso de mejora continua. Se hace al andar y desde el campo. Contar con la determinación política interna desde el inicio del proceso, fue la clave para poder sostener está política en el tiempo y lograr la diferencia.

Además destacamos la importancia fundamental de la asistencia técnica de organizaciones idóneas en la temática como DyA, acompañada por una efectiva comunicación y sensibilización interna y externa.

En un mundo interconectado, comprendemos las demandas cambiantes del consumidor, que exige no solo alimentos saludables, sino también sustentables. Queremos estar a la altura de estas nuevas exigencias con un modo de producción responsable, generando valor en todos los procesos de la cadena.